Por: oscar Eduardo Ortiz l.
Érase una vez un grupo de amigos que les encantaba jugar fútbol. Un día decidieron entrenar. Brayan era el líder del equipo, claro también estaban sus amigos: Óscar, Johan, Camilo, Nicolás, Harold y claro nuestro portero Sebastián. Cuando Brayan iba pasando por la calle vio un cartel que decía: “campeonato de fútbol infantil”, y el pensó que sería buena idea si mostraba el equipo para triunfar.
Al día siguiente Brayan decidió inscribir a su equipo, y así fue le colocaron al equipo “El Combo de Sofía”, ellos estaban muy orgullosos por haber entrado al campeonato. El primer partido fue contra los tiburones; era un equipo muy grande pero ellos iban a ganar ese propósito. Había un partido muy bueno, pero hasta el minuto final Camilo marcó el gol de la victoria y se fueron felices.
El Combo de Sofía, debía concentrarse en el otro partido y fue a entrenar. De camino se encontraron con el papá de Brayan, gastó una pizza, pero después del entrenamiento y después de haber comido pizza, fueron a ver el estadio en el que iban a jugar. Horas más tardes, ellos vieron que sus oponentes ya habían llegado. Empezaron a jugar el rival era muy fuerte, pero el otro equipo cometió una falta dentro de el área. Brayan fue el encargado de cobrar y claro metió el gol de victoria.
Así jugando el partido lograron llegar a la final. Ellos estaban muy orgullosos de haber llegado a la final, pero había una sorpresa para ellos. La sorpresa era que tenían que enfrentar al otro equipo que eran los tiburones. ¡Así es, el equipo con el que jugaron de primeras! Jugaron un partido muy intenso pero no hubo un ganador, ya que no había penaltis. Así que los dos equipos ganaron no hubo un ganador ni un perdedor y los dos levantaron la copa con orgullo y felicidad.
La enseñanza que nos deja este cuento es: que importante es jugar y divertirse y no siempre ganar.
Érase una vez un grupo de amigos que les encantaba jugar fútbol. Un día decidieron entrenar. Brayan era el líder del equipo, claro también estaban sus amigos: Óscar, Johan, Camilo, Nicolás, Harold y claro nuestro portero Sebastián. Cuando Brayan iba pasando por la calle vio un cartel que decía: “campeonato de fútbol infantil”, y el pensó que sería buena idea si mostraba el equipo para triunfar.
Al día siguiente Brayan decidió inscribir a su equipo, y así fue le colocaron al equipo “El Combo de Sofía”, ellos estaban muy orgullosos por haber entrado al campeonato. El primer partido fue contra los tiburones; era un equipo muy grande pero ellos iban a ganar ese propósito. Había un partido muy bueno, pero hasta el minuto final Camilo marcó el gol de la victoria y se fueron felices.
El Combo de Sofía, debía concentrarse en el otro partido y fue a entrenar. De camino se encontraron con el papá de Brayan, gastó una pizza, pero después del entrenamiento y después de haber comido pizza, fueron a ver el estadio en el que iban a jugar. Horas más tardes, ellos vieron que sus oponentes ya habían llegado. Empezaron a jugar el rival era muy fuerte, pero el otro equipo cometió una falta dentro de el área. Brayan fue el encargado de cobrar y claro metió el gol de victoria.
Así jugando el partido lograron llegar a la final. Ellos estaban muy orgullosos de haber llegado a la final, pero había una sorpresa para ellos. La sorpresa era que tenían que enfrentar al otro equipo que eran los tiburones. ¡Así es, el equipo con el que jugaron de primeras! Jugaron un partido muy intenso pero no hubo un ganador, ya que no había penaltis. Así que los dos equipos ganaron no hubo un ganador ni un perdedor y los dos levantaron la copa con orgullo y felicidad.
La enseñanza que nos deja este cuento es: que importante es jugar y divertirse y no siempre ganar.
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