martes, 24 de noviembre de 2009

La aventura en navidad


Por: Ivan Camilo Duarte B. 5º J.M.

Había una vez un niño llamado Carlitos; tenía 7 años y vivía con sus padres en un pueblito llamado villa esperanza, en el cual tenía muchos amigos. En aquellos días se estaba celebrando la llegada de la navidad. Ese mismo día por la noche los padres de Carlitos dijeron que no podían acompañarlo en la celebración; muy triste y desconsolado subió a su habitación y se acostó en la cama llorando y gimiendo. Al fin de estar tanto tiempo llorando se durmió. Al otro día despertó ojeroso y despeinado, se baño se vistió y sin que sus padres se dieran cuenta, bajó al garaje lo abrió y salio disparado al bosque.
El bosque era un lugar que tenía muchos árboles, aves y animales silvestres. Cuando sus padres se despertaron fueron a buscar a Carlitos; No estaba y tampoco su bicicleta. Ellos lo querían alegrar con la noticia de que sí lo podían acompañar en navidad; que lastima que Carlitos no estuviera, pero los padres seguían preocupados. Lo buscaron en todas partes, preguntaron en casas vecinas y llamaron a todos los vecinos de Carlitos, Mientras Carlitos montaba un campamento; pero se le hacia difícil prender la fogata así que no la prendió.
Carlitos salio a caminar pero el sabueso olió su tienda y la encontró; pero Carlitos no estaba ahí y encontró una pequeña chaqueta. Carlitos iba muy lejos y en su trayecto encontró una pequeña cueva sólo que en su interior era oscura y llena de arañas infestada de murciélagos y al tope de piedras. Carlitos entro y vio una extraña roca cuadrada la levanto y encontró un túnel subterráneo que lo llevó a una antigua ciudad enterrada por miles de años. Había muchas personas; había escrituras en idiomas extraños y había una gran puerta.
Estaba un poco solo, pero el era valiente así que se quedo ahí toda la tarde mientras los padres lo buscaban por todos lados, en este momento lo que menos importaba era trabajar. Carlitos tenía un poco de miedo porque a veces se oían ruidos aterradores, pero como se había acostumbrado adormir a las 6:00 no hubo problema.
Los padres de Carlitos aspiraban volverlo a tener en sus brazos, así que llamaron a la policía y pidieron el favor de buscar el niño en donde fuera posible.
Había una botella que concedía un deseo a quien la tocara, su deseo fue pasar navidad con su familia pero el deseo no se podía cumplir porque era algo que ya estaba hecho. Carlitos subió la superficie y se encontró con sus padres y los abrazó muy fuerte; al fin el deseo se había hecho realidad. FIN

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